Tres hermanos discutían por una herencia de 35 camellos, y el mayor de ellos le explica al hombre que calculaba el motivo de dicha disputa:
Recibimos, como herencia, esos 35 camellos. Según la expresa voluntad de nuestro padre, debo yo recibir la mitad, mi hermano Hamed una tercera parte, y Harim, el más joven, una novena parte.
No sabemos sin embargo, como dividir de esa manera 35 camellos, y a cada división que uno propone protestan los otros dos, pues la mitad de 35 es 17 y medio. ¿Cómo hallar la tercera parte y la novena parte de 35, si tampoco son exactas las divisiones?
¿Cómo se podría resolver tal situación con buen final para los hermanos y los camellos?
En el capítulo III del libro "El hombre que calculaba" encontramos la solución que ideó "el astuto beremís".
¿Qué te ha parecido?